Me he roto el ligamento cruzado anterior ¿me tengo que operar?

Antonio Hidalgo y Pablo Arrans
El ligamento cruzado anterior es el pilar de contención de la rodilla, ubicándose entre el fémur y la tibia, con la función de evitar el desplazamientos del fémur sobre la tibia hacia delante y dar estabilidad a la rodilla cuando hay rotación.
La lesión de este tejido se produce mayormente durante la práctica de deportes que implican desacelerar o cambiar de dirección de forma repentina, saltar y aterrizar (fútbol, tenis, esquí, baloncesto, surf, kitesurf…)

En el momento de la lesión se puede escuchar un chasquido fuerte en la rodilla, produciéndose dolor intenso e incapacidad de continuar con la actividad, además de una hinchazón rápida, pérdida de movilidad y sensación de inestabilidad al soportar el peso.
Los factores que implican padecer esta lesión son los intrínsecos (sexo, condición física, composición corporal…) y extrínsecos (motricidad específica del deporte, entrenamiento-competición, atención-concentración…)
Cuando se produce esta lesión existen 2 vías de abordarlas:
- No quirúrgica. Se realiza rehabilitación estructurada y progresiva tratando las deficiencias presentes. En ocasiones surgen casos, que tras la realización de un proceso de rehabilitación no se consiga equilibrar las deficiencias de la rodilla y se termina realizando cirugía.
- Quirúrgica. La forma más frecuente de crear el nuevo ligamento es por medio de Autoinjertos HTH (hueso-tendón-hueso) y ST-RI (semitendinoso-recto interno).
Según el artículo de Diermeier et al., 2021 nos habla que cuando los pacientes buscan realizar actividad física en plano recto, el tratamiento no quirúrgico es una opción de tratamiento aceptable pero que cuando exista inestabilidad funcional persistente o episodios de cesión de la rodilla se indicará tratamiento quirúrgico para la reconstrucción del LCA (ligamento cruzado anterior).
Además, este artículo resalta que es importante realizar un proceso de rehabilitación preoperatorio (entrenamiento neuromuscular “fuerza y propiocepción”) para que el comienzo de la rehabilitación postoperatoria no presente alteraciones tan significativas (edema, disminución del tono muscular y movilidad…) y el porcentaje de poder volver a realizar deporte sea mayor.
Independientemente de que exista operación o no, hay un claro elemento común dentro del proceso de recuperación. Estamos haciendo referencia, por supuesto, del entrenamiento. Este tiene como finalidad principal, la de devolver la capacidad funcional al paciente para que pueda desarrollar con normalidad tanto sus actividades de la vida diaria (AVD) como su vuelta a la competición. (Buckthorpe et al., 2020).
Hemos destacado la importancia que tiene el entrenamiento, pero existe un enorme desconocimiento en qué debemos hacer y cómo debemos hacerlo. Es por tanto necesario realizar una progresión gradual de tareas y contenidos a superar por parte del lesionado desde que se produce la lesión:
1. Normalizar el patrón de marcha: tras ganar la extensión completa de rodilla, andar sin ayuda debe ser una prioridad.
2. Sentadilla/Hinge Bilateral: nos proporciona una base para desarrollar la fuerza y sirve como patrón para las actividades de la vida diaria (sentarnos y levantarnos, recoger objetos…) y para futuras tareas dentro del proceso de recuperación (aterrizajes, saltos, pliometrías). Se debe progresar hacia ejercicios unilaterales.


3. Aterrizajes/Saltos Bilaterales: o cómo absorber fuerzas gracias al sistema neuromuscular para reducir la carga que recibe la articulación. ”Antes de saltar, debemos aterrizar”.
4. Aterrizajes/Saltos Bilaterales: o cómo absorber fuerzas gracias al sistema neuromuscular para reducir la carga que recibe la articulación. ”Antes de saltar, debemos aterrizar”.
5. Aterrizajes/Saltos Unilaterales: las lesiones de LCA normalmente ocurren durante aterrizajes o desaceleraciones unilaterales. Es uno de los retos mas demandantes para el lesionado debido a su naturaleza.
6. Movimientos multidireccionales: los cambios de dirección y los desplazamientos a alta velocidad suponen un incremento de carga en la rodilla. Es por ello necesario exponer de forma gradual tanto en velocidad como en complejidad.

7. Movimientos específicos del deporte: Se hace necesaria una transferencia en cuanto a tareas que repliquen las demandas de la competición del deporte en cuestión.
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