Nueva unidad de suelo pélvico

Paula Arenas

El suelo pélvico, es un grupo de músculos que están por debajo de tu pelvis. Conforman toda el área genital, y los esfínteres tanto urinarios como fecales. Por el tipo de músculos que son y cómo están dispuestos, dibujan una forma de cúpula, como un paraguas.

Tienen múltiples funciones:

  • Ayudan a orinar y defecar como se debe
  • Colaboran en la sujeción de los órganos que están dentro de la pelvis: la vejiga, el recto y, el útero o la próstata, según hablemos de mujer u hombre.
  • Favorecen el desarrollo de unas relaciones sexuales más satisfactorias
  • Son protagonistas secundarios en el embarazo y el parto vaginal.

Tras conocer sus funciones, vamos a analizar en qué situaciones es importante revisar tu suelo pélvico desde la fisioterapia

Aquí si es importante hacer una pequeña diferenciación entre mujeres y hombres. Verás, las mujeres por los cambios cíclicos hormonales a los que nos vemos expuestas mes tras mes, los embarazos y los partos (principalmente) estaremos más expuestas a experimentar alguna lesión más o menos importante en suelo pélvico y compañía. ¿Cuáles son las más frecuentes?

  • Incontinencia Urinaria: 1 de cada 4 mujeres tendrá escapes de orina tras los 3 meses de haber dado a luz. La más prevalente es la incontinencia urinaria de esfuerzo, es decir, aquella en la que las fugas de orina aparecen con esfuerzos físicos de mayor o menor intensidad (toser, estornudar, saltar, reír…).
  • Prolapsos de órganos pélvicos: esto se trata de un descenso de alguna de las vísceras de la pelvis menor (vejiga, útero o recto). Puede deberse tanto a la disminución del tono muscular del suelo pélvico, como a la falta de sostén por parte del tejido conectivo interno de la pelvis. Además de síntomas de tipo pesadez o sensación de bulto en la vagina, podrá asociarse a incontinencia urinaria, infecciones recurrentes o estreñimiento, según el órgano del que estemos hablando.
  • Dolor durante las relaciones sexuales (por alguna lesión obstétrica o de otro tipo): la dispareunia, que es como se llama este síntoma, es el dolor durante algún momento de las relaciones sexuales. Puede aparecer con la excitación, durante la penetración o con el orgasmo. Lo más frecuente es lo segundo, siendo las lesiones obstétricas como los desgarros, episiotomías, o uso de instrumental como fórceps o ventosas, las causas más frecuentes. Sin embargo, no son las únicas. El vaginismo, la vulvodinia, o patologías viscerales como la endometriosis, pueden ser también detonantes del dolor.
  • Diástasis Abdominal: consiste en la separación de los músculos abdominales mantenida después del parto. Se identifica como una barriga flácida y abultada, algunas mamás refieren que parece que siguen embarazadas y cursan con síntomas como acúmulo de gases, indigestión, falta de fuerza y otras veces otros relacionados con el suelo pélvico, como la incontinencia urinaria o los prolapsos.

Por su parte, los hombres tienen muchas menos probabilidades de lesionarse de suelo pélvico, siendo sus disfunciones más frecuentes las siguientes:

  • Incontinencia urinaria: principalmente tras cirugías de próstata por cáncer.
  • Dolor: por compromiso del nervio pudendo en deportes que ejercen hiperpresión en el área, como los levantadores de peso, crosfiteros o los ciclistas.
  • Disfunciones del área sexual: principalmente la disfunción eréctil, la eyaculación precoz o el síndrome de Peyronie.

Todas estas situaciones son fácilmente solucionables con tratamiento de fisioterapia, el cual está ampliamente respaldado por la evidencia científica y supone, en muchas de las ocasiones, la alternativa con mayor beneficio respecto a la que nos ofrecen los fármacos o las cirugías, a mucho menos coste y sin ningún efecto adverso.

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