Vis a vis con la tendinopatía

Antonio Hidalgo y Pablo Arrans

Partiendo de lo más básico, el tendón es el tejido encargado de conectar músculos y huesos y tiene el objetivo de transferir fuerzas y almacenar-liberar energía.

Cuando los tendones realizan acciones-ejercicios que provocan sobrecargas y estiramientos repetidos, se inicia un proceso degenerativo junto con una alteración de la estructura del tendón ante demandas exhaustivas.

Cuando dicha sobrecarga supera la capacidad del tejido de recuperarse o no se respeta el período de recuperación adecuado, se pierde el mecanismo de reparación produciendo un proceso que conduce a la aparición de una tendinopatía, presenciando limitaciones e incapacidades en las actividades de la vida diaria.

Un ejemplo claro de este proceso sería el padecer dolor en la cara anterior de la rodilla, síntoma característico de la tendinopatía rotuliana que incrementa al cargar sobre dicha pierna.

Las últimas investigaciones han resaltado que el tratamiento mediante cargas parece ser unas de las mejores intervenciones disponibles, donde en los primeros estadios de lesión se han empleado ejercicios isométricos (poner en tensión el músculo sin presencia de movimiento) para obtener una reducción del dolor y fortalecer la estructura, progresando a una contracción excéntrica (se aumenta la tensión del músculo cuando se estira), cosa que se ha visto que es innecesario ya que se obtienen resultados similares independientemente del tipo de contracción.

Desde el área de fisioterapia abordaremos este proceso por medio de un estudio exhaustivo mediante el empleo de la ecografía, donde valoraremos dicha estructura en posición estática y dinámica, viendo el comportamiento de este tejido con las demás estructuras de su alrededor.

Unas de las técnicas más resolutivas desde el área de fisioterapia es el empleo de técnicas invasivas “EPI y Neuromodulación” acompañado de un trabajo por medio de ejercicio.

EPI – Neuromodulación

Dentro del ejercicio, según las últimas investigaciones Bohm et al. menciona que los parámetros más importantes para abordar esta patología son la intensidad del ejercicio (carga como % del máximo) y la capacidad de aplicar fuerza por unidad de tiempo (R.F.D.) donde de forma general trabajar al 70% de tu máximo produce cambios en las propiedades mecánicas del tendón. Por otro lado, Jill Cook et al. defiende la realización del ejercicio a una velocidad lenta donde los dos puntos clave son: la máxima carga que puedes levantar y al porcentaje al que trabajes.

Dentro del ejercicio, según las últimas investigaciones Bohm et al. menciona que los parámetros más importantes para abordar esta patología son la intensidad del ejercicio (carga como % del máximo) y la capacidad de aplicar fuerza por unidad de tiempo (R.F.D.) donde de forma general trabajar al 70% de tu máximo produce cambios en las propiedades mecánicas del tendón. Por otro lado, Jill Cook et al. defiende la realización del ejercicio a una velocidad lenta donde los dos puntos clave son: la máxima carga que puedes levantar y al porcentaje al que trabajes.

Si únicamente nos limitamos a realizar ejercicios “excéntricos” pueden ser demasiado agresivos para un tendón irritado e incompletos ya que no atienden a todas las estructuras que afectan a esta lesión.

Se hace por tanto necesario la creación de un programa de entrenamiento progresivo e individualizado que esté basado en el control del dolor (VISA-P), fuerza y función del tendón. Es posible entrenar con dolor siempre que esté no supere un valor de 3/10 durante el ejercicio y no se vea agravado 24 horas después del entrenamiento. Si vuelve a unos valores basales, significará que el tendón ha tolerado la carga adecuadamente; si empeora, significará que la carga ha sido excesiva.

A los problemas, soluciones. ¿Por dónde comienzo?

1º Isometrías: el ejercicio isométrico está indicado para ayudar a manejar el dolor (analgesia) y preparar el tendón para poder desarrollar ejercicios dinámicos.

DOSIS 5rep-45” 2-3xDía

2º Isotónicos: empieza a incorporar ejercicios donde exista movimiento. Inicia con un rango de movimiento pequeño y velocidad lenta (Heavy Slow Resistance exercise). Progresa en rango y velocidad.

3º Pliometría: introduce ejercicios que aumenten la carga en el tendón y favorezcan el almacenamiento y liberación de energía del mismo. Saltos, aceleraciones, desaceleraciones, cambios de dirección.

4º Return to Sport. Vuelta gradual y de forma progresiva a la actividad deportiva realizada.

No debemos olvidar que, una vez finalizada nuestra recuperación, se hace fundamental continuar con el entrenamiento de fuerza para preparar nuestras estructuras para las demandas que tiene nuestra actividad deportiva.

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